La cyca es una planta oriunda del sur de Japón, que en España encontramos en abundancia en la zona mediterránea.
Posee un tallo cilíndrico que presenta un crecimiento apical cubierto de las cicatrices que dejan las hojas que va perdiendo a medida que crece.
Puede llegar a medir hasta los dos metros, aunque su crecimiento es muy lento. El tronco es cilíndrico, grueso y de porte bajo. Las hojas forman un penacho terminal. Son pinadas, de color verde fuerte, brillante en el haz y más claro y mate en el envés; de unos 25 cm de ancho y de 1,50 m de longitud.
La cyca debe situarse prácticamente a la sombra. El sol directo puede poner amarillo el color de sus hojas. Vive bien al aire libre en las regiones meridionales, en lugar abrigado. Con cualquier especie hay que tener en cuenta que no resiste el frío, por ligero que sea.
La plantación en plena tierra se efectúa a finales del invierno; el trasplante a finales de otoño. Los riegos han de ser moderados, pues un exceso de agua puede producir la muerte de la planta.
Algo que yo no sabía es que si se ingiere es extremadamente venenosa, tanto para los seres humanos como para los animales. Los animales domésticos tienen un mayor riesgo, ya que encuentran esta planta especialmente sabrosa, según he leído.
Os dejo alguna foto más de las cycas que tengo en el jardín.
Con esta entrada participo en el proyecto de Guía de Jardín.
Qué bonitas esas cicas, Eva. Gracias por compartirlas en mi blog.
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